No es una nave demasiado rápida, pero su grueso fuselaje la convierte en un hueso duro de roer ante atacantes más pequeños. La capitana heredó la nave, y el rango, cuando el anterior capitán, Dan Polux, falleció durante un abordaje fallido. A pesar del estrecho vínculo emocional que la unía con el capitán, Aurora se mantuvo firme a pesar de las bajas y la situación de desventaja, y consiguió salvar a los supervivientes, y llevarles a buen puerto a bordo de una Karina severamente dañada. Después de una votación unánime, se decidió que ella sería la nueva capitana.

Nave de transporte, el camuflaje perfecto.

A pesar de haberse mantenido el diseño original, pensado para transportar cargas pesadas, con dos enormes bodegas laterales y varios compartimentos menores de carga, el resto de la nave ha sufrido múltiples modificaciones con el paso de las décadas y la sucesión de propietarios. Las cubiertas centrales superiores fueron habilitadas para una tripulación más numerosa, por encima de la media de las naves piratas, que suele oscilar entre los veinte y los cuarenta tripulantes.

Un carguero con pros y contras.

La velocidad supralumínica es la normal en una nave de su condición pero, a velocidad normal, a media carga y en línea recta, los potentes motores le dan una velocidad por encima de la media, ideal para las huidas. Sin embargo, su enorme tamaño no le permite una gran capacidad de maniobra, y aunque las espaciosas bodegas, y una tripulación numerosa y bien entrenada en abordajes, le permiten aspirar a presas medianas, no es una nave muy eficaz en el combate contra naves pequeñas y rápidas, así que suele optar por la huida a la mínima señal de patrullas. El grueso casco reforzado le permite aguantar el fuego de naves más grandes durante un tiempo considerable sin perder la integridad estructural.

Como armamento, oculto a los sensores para evitar condenas por herejías¹, cuenta con cuatro cañones pesados en cada lateral, además de un cañón de iones para deshabilitar a las presas, en la parte frontal.

La dilatada edad de la nave, y el hecho de que siga en activo y de una pieza, tras décadas y décadas, responde a la sabiduría de sus capitanes, que se han aprovechado de su apariencia de nave comercial para moverse con cierta libertad por la frontera. Aurora Roja, famosa por su prudencia, tan atípica entre los piratas, ha continuado con esta tradición de tácticas de perfil bajo, pintura poco llamativa y asalto con huida, que le transmitió Dan Pollux.

Su viejo motor hipersepacial permite a la Karina recorrer hasta medio año luz al día; rango de velocidad totalmente dentro de lo estipulado por la ley de Los Mensajeros para las naves civiles, permitiendo que vuele a lo largo de la frontera sin saltarse ninguna norma.

Una tripulación numerosa.

En una nave de tripulación tan numerosa los códigos estéticos de los piratas de Stonewall son menos formales, pero las normas son las mismas. Más allá de algunos veteranos, que se han mantenido a bordo durante años y años, el resto de tripulantes de la Karina suele formar parte del equipo de forma temporal. Es común reclutar a aprendices en los miserables mundos de la frontera, donde abundan los jóvenes sin un mendrugo de pan que llevarse a la boca, y deseosos de hacer fortuna. Algunos de ellos se forman a bordo y se quedan como tripulantes fijos; otros terminan en otras naves y el resto, los más ambiciosos, aspiran a capitanear sus propias astronaves en algún momento de sus carreras. Esta particular modalidad de tripulación, numerosa pero cambiante, le ha hecho ganarse el mote de buque escuela entre los piratas de la Periferia, en referencia las naves de las milicias de los Reinos Centrales.

¹ Herejías tecnológicas: La tecnología fabricada por los Mensajeros lleva sellos sagrados que han de romperse para poder ser intervenida o modificada. Ésto es considerado un acto herético en los Reinos, y aunque en la frontera se hace, se hace a riesgo de arruinar la pieza. Solo los mecánicos más experientados puede romper un sello sagrado sin malogar las piezas. Las naves con sellos rotos en sus piezas son multadas en los reinos y deben rendir cuentas ante los Mensajeros