Artea III es el tercer mundo rocoso de un sistema binario de la Periferia cerca de la frontera.
Aunque las densas junglas del ecuador son poco aptas para ser habitadas, existe un puerto estelar construido entre los restos de una ciudad más antigua.
El interés real de este mundo reside en sus recursos ya que existen concentraciones de ignita1 que los Arteanos procesan y convierten en combustible para astronaves. Esta ventaja económica y aunque está algo apartada de las rutas de comercio, el bajo precio de la ignita, que no paga impuestos a la Liga de Comerciantes, ha convertido a la ciudad en un fondeadero muy popular con un próspero mercado. Los arteanos han conseguido, mantener la paz gracias a acuerdos económicos con caciques de sistemas cercanos, corsarios y piratas de la zona, manteniendo un estatus de mundo neutral en el que las facciones no pueden enfrentarse bajo pena de exclusión: un precio justo para algunas tripulaciones de dudosa ocupación que lo tendrían más difícil para repostar en mundos de la Liga de Comerciantes2.
Las tuberías de ignita serpentean entre las antiguas edificaciones que aún se conservan, mezclándose lo nuevo con lo viejo en una batalla constante contra la jungla.
1La ignita es un combustible de uso común en la Expansión. Procede de un mineral altamente reactivo que, al ser convertido en gas, proporciona una potente y duradera energía que da impulso a las astronaves y otros vehículos. La ignita de mejor calidad se encuentra en las minas de los reinos, y el combustible procesado en las factorías sagradas también es el de más calidad o fiable. En la Periferia existen algunas explotaciones mineras menores que producen variantes de ignita más barata, pero de peor calidad y más inestable.
2 Liga de Comerciantes de la frontera, o La Liga. Una asociación neutral que abarca varios mundos de las rutas comerciales, y que regula las tasas de comercio, ferias, medidas, cantidades y precios, e intercambio de información. También se organiza frente amenazas comunes como los bandidos, corsarios y piratas del interior, formando convoyes escoltados o contratando a mercenarios cuando es necesario. |